One Short
Soledad, es lo único que conocía, mis padres murieron cuando apenas tenía diez años, no tenía más familia en el mundo, así que me llevaron a un orfanato.
Era distinta a los demás, mi mirada era fría, era malvada, hacía sufrir a los demás niños y por eso jamás me adoptaron. Las encargadas del orfanato no podían mantenerme ahí, así que me escapé y regresé a mi antiguo hogar. Todo estaba igual a la última vez que la vi; todo cubierto por sábanas blancas.
Inu Taisho, el abogado de mis padres, me entregó las llaves, me ayudó a arreglar la casa, reabrió mi cuenta que mis padres me habían dejado en el banco; Inu Taisho me ayudó bastante, siempre quiso adoptarme, pero su mujer se negaba, y cuando ella murió, ya era muy tarde para hacerlo.
Cada vez que me visitaba en el orfanato lo trataba con frialdad y a su hijo lo hacía llorar; tiene un hijo, que lo acompañaba siempre, decía que yo era interesante, por eso me visitaba, pero siempre terminaba llorando y dejó de ir, yo lo odiaba, él era feliz, por eso lo odiaba, o eso creí.
Dos años después de entrar al orfanato cambie, ya no era fría todo el tiempo, sólo cuando trataban de adoptarme, no quería otros padres.
Ahora que estoy viviendo sola en mi antigua casa no tengo necesidad de ser fría, mi mirada es dulce, y siempre estoy sonriente, descubrí que cada uno elige entre una vida alegre o una triste y solitaria, yo escogí la primera.
Han pasado diez años desde que mis padres murieron, y ahora soy profesora de literatura, no he perdido contacto con Inu Taisho y siempre me invita a cenar a su casa, pero nunca he aceptado hasta hoy, acepté su invitación y ahora estoy parada delante de la entrada de la casa de Inu Taisho, toco el timbre y escucho que alguien camina apresuradamente hacia la puerta. Era Inu Taisho.
-Kagome, no te esperaba hasta en una hora más
-Me desocupé temprano, pero si lo molesto, regreso más tarde
-no, pasa, no tengo nada preparado aún, te importaría ayudarme?
-para nada, será un placer.
Nos dirigimos a la cocina, él comenzó a preparar la cena mientras que yo arreglaba la mesa para dos.
-Kagome, pon un puesto más, mi hijo debe estar por llegar.
-hijo?, se me olvidaba que tienes un hijo
-que, no recuerdas que lo hacías llorar cada vez que te visitábamos?
-jajajaja ahora lo recuerdo, decía que yo era interesante
-es cierto, siempre me preguntaba por ti
-y como se llama, jamás me interesó recordar su nombre-dice con indiferencia mientras sacaba un plato de la repisa.
-me llamo Sesshomaru-dice detrás de ella asustándola y haciendo que deje caer el plato provocando una serie de sucesos inesperados.
Kagome se asusta al oír decir detrás de ella “me llamo Sesshomaru” y deja caer el plato, su primera reacción cuando el plato se estrelló en el suelo fue retroceder, pero al hacer esto choca con Sesshomaru y ambos caen al suelo, mientras tanto Inu Taisho sufre de un ataque de risa al ver la escena.
Kagome toda avergonzada se levanta rápidamente, le tiende una mano a Sesshomaru la cual toma.
-lo siento, te encuentras bien Sesshomaru??
-O///O gracias, me encuentro bien, y yo debería disculparme, ya que fui yo quien provocó que esto pasara-mientras decía esto sus mejillas se tornaron de un rojo intenso al ver lo hermosa que es Kagome, y mirando a su padre-deja de reírte que no es gracioso.
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Ese fue el primer encuentro de muchos con Kagome; lo que surgió ese día podría fácilmente llamarse amor a primera vista o mejor dicho amor a segunda vista, porque yo me enamoré de ella la primera vez que la vi en el orfanato, y jamás dejé de amarla ni en el colegio, aunque ella jamás se dio cuenta de que estábamos en la misma clase, pero jamás me atreví a acercarme, porque rechazaba a todos los chicos, los trataba mal, pero ahora sé que fue porque ella sólo podía aceptar y llegar a amar al chico que conoció en el orfanato y que la encontró interesante, al chico que hacía llorar, ese chico soy yo.
Pero bueno, eso no importa ahora, ponto nos casaremos y pasaremos el resto de nuestra vida juntos.
FIN
